Sep 2024 | NO 09

MARKET INSIGHT – Septiembre 2024

MARKET INSIGHT

El análisis mensual de Prime Partners sobre la actualidad económica y los mercados financieros mundiales

Una advertencia casi sin coste… pero con precaución

Al igual que la temperatura a orillas del lago Lemán, la tensión en los mercados financieros subió varios grados a principios de agosto. En unas pocas sesiones, casi la mitad de las ganancias de los principales índices bursátiles se esfumaron, en un contexto de cifras asombrosas como el índice VIX, que alcanzó un nivel de 65 el lunes 5 de agosto, y el Nikkei 225, que cerró con una caída del 12% ese mismo día.

No hace falta decir que este nerviosismo era difícil de anticipar y que, afortunadamente, las razones subyacentes de este desplome tenían más que ver con los aspectos psicológicos de los inversores, sobre todo de los más especulativos, que con un deterioro repentino del entorno macroeconómico que se nos hubiera pasado por alto. El rebote en forma de V que siguió durante el mes es la mejor prueba de ello. Aun así, sería un error ignorar la advertencia dada por los mercados a principios de agosto considerándola como un episodio aislado.

Los inversores suelen decir a posteriori que la mejor estrategia habría sido… no hacer nada. De haber sido así, el “arrebato” de principios de agosto habría pasado desapercibido para quienes no hubieran prestado atención a la Bolsa durante las últimas cuatro semanas. Los principales índices de acciones terminarán el mes cerca del equilibrio, o incluso ligeramente al alza. Las publicaciones de los resultados empresariales para el segundo trimestre, entre ellos el muy esperado de Nvidia a finales de mes, nos enseñan varias cosas. La primera es que, en general, la economía estadounidense resiste, aunque con algo más de matices que hace algunos trimestres, cuando su fortaleza nos sorprendía. Los consumidores no están a la defensiva, sino que están siendo selectivos y aplazando ciertas compras. La segunda lección que debemos extraer de esta temporada de resultados es que prácticamente ninguna de las grandes empresas tecnológicas ha sabido sacar partido de las buenas cifras que han presentado. Los inversores se han vuelto muy exigentes, y sus expectativas son ahora difíciles de satisfacer, incluso frente a cifras excelentes. Por último, y esta es quizá la lección más importante de las últimas semanas, los “7 magníficos” no han sido la locomotora del índice S&P 500, después de dos trimestres de claros rendimientos superiores a los… 493 valores del índice.

También en materia de datos macroeconómicos y política monetaria, agosto ha sido un mes movido. La publicación de unas cifras de desempleo en EE. UU. superiores a las previstas desencadenó un gran revuelo a principios de mes. El fantasma de una FED rezagada con respecto a la economía estadounidense y de un posible «aterrizaje brusco» de esta última reapareció de golpe.

Los «7 magnificos» no han sido la locomotora del indice S&P 500, después de dos trimestres de claros rendimientos superiores a los… 493 valores del indice

Las rotaciones sectoriales que observábamos ya en julio se convirtieron en una rápida corrección, como ya se ha descrito. Afortunadamente, los operadores encontraron cierto consuelo en las cifras de ventas al por menor, que acabaron por tranquilizar sobre la salud de los consumidores. Una vez más, nos resulta difícil ignorar por completo ciertos datos sobre la economía estadounidense. La publicación del índice ISM de los servicios (cuyas recientes incursiones por debajo de la barrera de los 50 puntos son motivo de preocupación) a principios de septiembre y las cifras de empleo estadounidenses justo después serán dos datos fundamentales a los que habrá que prestar atención.

Agosto es también el mes en el que los banqueros centrales del mundo entero se reúnen en Jackson Hole, una pequeña localidad de Wyoming cuya página web defiende la naturaleza salvaje de la región con el eslogan «Stay Wild», lo no hay que considerar como una premonición. El discurso de Jerome Powell era especialmente esperado, ya que la política monetaria ha vuelto a recuperar su trono entre los inversores después de haberlo dejado en manos de los resultados de las empresas.

Sin ninguna sorpresa, este último confirmó su mensaje de que había llegado el momento de empezar a bajar los tipos de interés en Estados Unidos. Así pues, la próxima reunión de la FED, a mediados de septiembre, estará muy probablemente marcada por este anuncio. Esperamos un recorte de 25 puntos básicos en septiembre y creemos que podría producirse un segundo recorte de la misma magnitud de aquí a finales de año. 2025 debería ver una continuación de este proceso.

Sin embargo, no debemos creer que el camino está ya trazado (y que el futuro de los mercados de acciones se presenta claro). La Reserva Federal seguirá dependiendo en gran medida de la evolución de la coyuntura estadounidense. El empleo, el consumo y, por supuesto, la inflación son parámetros que determinarán el rumbo de la futura política monetaria.

Por lo que respecta a Europa, casi solo nos gustaría recordar el inmenso éxito de los Juegos Olímpicos durante el verano de 2024. El presidente Macron, en el momento de escribir estas líneas, aún no ha nombrado a un primer ministro, aunque el anuncio parece inminente. Lo cierto es que es poco probable que la persona elegida lo sea por unanimidad, y que la formación de un gobierno y la posterior toma de las riendas del navío francés será una empresa delicada. Alemania, por su parte, sigue teniendo problemas de crecimiento económico, penalizada todavía por la orientación más industrial de su economía. Con todo, los continuos recortes de los tipos de interés por parte del BCE serán muy bien recibidos por la dupla franco-alemana, que por el momento presenta escasas señales de ser la locomotora del viejo continente.

Unas palabras sobre China, donde este verano no ha surgido nada nuevo. El deterioro económico sigue siendo real, y a veces parece incluso más profundo de lo que pensábamos en los últimos meses. El último ejemplo ha sido la publicación de las cifras de Pinduoduo, la empresa matriz de la exitosa aplicación de comercio electrónico de bajo coste TEMU. Tras intentar tranquilizar a los inversores, el presidente Lei Chen indicó que el entorno mundial se estaba deteriorando y planteaba «incertidumbres significativas» para la empresa. Esto fue todo lo que necesitó la cotización para perder un 30% de su valor en la apertura.

Aparte de este ejemplo, China se enfrenta a un grave problema demográfico. El envejecimiento de su población y su impacto en la fuerza laboral actual no es algo que deba tomarse a la ligera y genera una gran inquietud en la economía china. Por ello, seguimos manteniéndonos alejados de las acciones chinas, cuyas valoraciones nos parecen acordes con la realidad económica actual y no muy atractivas.

Nuestras asignaciones de activos superaron satisfactoriamente el «stress test» de principios de agosto. La construcción de nuestras carteras, realizada a lo largo de los últimos dieciocho meses con el objetivo de limitar la volatilidad sin confiar todo el rendimiento únicamente a la renta variable, demostró ser tan sólida como esperábamos.

Será interesante seguir los argumentos esgrimidos por la FED sobre el inicio de la bajada de los tipos de interés, y quizás aún más observar la interpretación de los inversores

Al término del verano adoptamos una postura más defensiva. Las incertidumbres de los operadores sobre la magnitud de la ralentización económica estadounidense se revelaron de peso en agosto, provocando importantes reacciones en los mercados. Además, será interesante seguir los argumentos esgrimidos por la FED sobre el inicio de la bajada de los tipos de interés, y quizás aún más observar la interpretación de los inversores.

Las palabras pronunciadas por Jerome Powell a mediados de septiembre deberían tranquilizar a los mercados y convencerles de que la bajada de los tipos de interés es la “recompensa” tras largos meses de lucha contra la inflación, al tiempo que se preservaba el crecimiento, y no una medida de apoyo a una economía en proceso de fuerte desaceleración.

Nuestro deseo de actuar con un poco más de cautela en las próximas semanas nos incita a mantener sin cambios nuestras carteras actuales. Aplazamos la idea de añadir una estrategia de pequeña y mediana capitalización, que se mencionó en esta publicación el mes pasado. Unos tipos de interés más bajos son sólo una parte de la receta que conviene a este tipo de empresas. También es necesario un crecimiento económico dinámico, y las incertidumbres que lo rodean han aumentado.

Un componente de bonos muy diversificado, junto con estrategias alternativas defensivas, hizo que no nos preocupara en exceso nuestra exposición en acciones durante la breve fase de corrección a comienzos de agosto. El efectivo y el oro también contribuyeron al «colchón de seguridad» que deseamos tener en nuestras carteras.

Mientras la desaceleración económica parece afianzarse, o al menos así lo temen los mercados, nosotros avanzamos tranquilamente hacia la última parte del año con nuestras asignaciones actuales, cuyos rendimientos están a la vista, al tiempo que velamos por la calidad de nuestro sueño.